El rostro de la Rebelión del Cuerpo en Atacama

Por décadas los medios de comunicación y la publicidad se han encargado de imporner patrones de belleza y del «deber ser» para la mujeres, generando  la presión de encajar, de llegar a ser como las modelos de tv y revistas para ser aceptadas.

El afán comercial de las industrias de la belleza y la moda, se han encargado de generar inseguridad respecto del cuerpo;  inseguridad que está detrás de los crecientes índices de trastornos alimenticios en niñas y adolescentes, que está detrás de la sumisión, de la anulación social de muchas mujeres y que permite perpetuar el machismo.

¿Qué podemos hacer al respecto? Pues rebelarnos. Así surge La Rebelión del Cuerpo, movimiento social que nace en Chile el 2017 para hacerse cargo de esta problemática, generando diversas acciones y poniendo su foco central en las niñas, las principales afectadas por la presión social, para responder a los cánones de belleza impuestos. En este sentido un dato revelador es que por un niño con trastorno alimenticio, hay nueve niñas padeciendo los mismo.

El 47 % de las niñas en Chile sienten presión por cómo se ve.

Paulina´s en rebelión

El movimiento que aún no cumple un año como organización, hoy cuenta con coordinadoras en las 15 regiones del país e incluso ha llegado fuera de las fronteras con adherentes en Argentina.

Las representantes en Atacama son Paulina Lillo y Paulina Olivares, amigas de años que con diferentes motivaciones llegaron a conocer La Rebelión del Cuerpo, y se convirtieron en las primeras coordinadoras regionales del movimiento.

Paulina Lillo, nos cuenta que conoció La Rebelión del Cuerpo cuando decidió poner fin a las secuelas que dejó en ella un episodio que vivió en su infancia. “Tenía 5 años y quería estudiar ballet. Tengo el recuerdo muy claro de ver a la profesora que llamaba a mi mamá y escuché que le decía que yo tenía las piernas muy gordas para bailar. Prácticamente la profe le dijo a mi mamá que yo no servía, que yo no tenía el cuerpo para practicar ballet. Desde ahí quedé muy marcada con mis piernas”.

Cerca del 40% de las niñas entre 10 y 17 años ha dejado de hacer alguna actividad pública que le gustaba, porque no se sienten seguras de cómo se ven físicamente ni de si proyecta la imagen “deseada”.

Quienes conocen a Paulina, podría considerar que es una mujer atractiva y resuelta. Sin embargo, ella por muchos años vivió subordinada a la inseguridad que la llevó a restarse de actividades para no mostrar sus piernas. Un episodio tan pequeño condicionó alrededor de veinte años de su vida. Ello hasta que logró decir ¡basta!

Un día de verano estaba en la playa junto a su familia, y como era costumbre mientras todos se bañaban ella permanecía sentada, observando. Pero ese verano fue diferente, “Me dije: ¡Oye!, ¿hasta cuándo me castigo? ¡Basta!”. Ese punto de inflexión la llevó a investigar y conocer La Rebelión del Cuerpo, dándose cuenta de que había muchas mujeres que, como ella, se culpaban y castigaban de diferentes maneras, por no responder a los estereotipos que algunos pocos han decidido que son la “norma”.

Por su parte Paulina Olivares, llegó al movimiento  motivada por construir un mejor futuro para su hija. “Al convertirme en madre de una niña empecé a abrir mi sentido crítico y a sentir ganas de cambiar la mirada de la sociedad”.  Esto es justamente el fin último de La Rebelión del Cuerpo, proteger a las niñas de los estereotipos.

“Nosotras nos hacemos cargo de un problema del que nadie se está haciéndose cargo hoy, que es atacar la violencia simbólica, la que entendemos como la crítica, el marketing dañino, la construcción personal femenina en base los estereotipos impuestos que van destruyendo nuestra autoestima”, señala Olivares, agregando que “¿cómo vas a luchar por la equidad de género, si tu autoestima no te permite golpear la mesa cuando a un compañero le pagan más por la misma pega que estás haciendo tú?, ¿Cómo vas a evitar que alguien te maltrate si tu autoestima está dañada?. Nuestro propósito es evitar que la mujer sea permeable a las diferentes escalas de violencia, partiendo desde la base, desde la construcción de su identidad, de su autopercepción”.

Ya han pasado alrededor de ocho meses desde el día en que estas jóvenes mujeres decidieron rebelarse ante los estereotipos de «ser mujer», ocho meses de estudio y de ir irradiando en su entorno profesional, familiar y social la necesidad de generar un cambio que permita terminar, de una vez, con la violencia indirecta y no física que existe contra la mujer.

En este período ambas se han convertido en nuevos rostros del movimiento feminista en Atacama, enarbolando una bandera de lucha que consideran el primer escalón para avanzar en materia de equidad de género.

Rebelión en acción

El trabajo es arduo, y a pesar de la corta edad del movimiento, hay un trabajo serio y concreto que va avanzando a paso firme. Las coordinadoras regionales de La Rebelión del Cuerpo cuentan a Letra Brava, que por estos días se está desarrollando un importante trabajo con parlamentarios de diferentes colores políticos para presentar un proyecto de ley que regule la industria del marketing, con la creación de una especie de Sernac para la publicidad. El objetivo es promover la responsabilidad social respecto de lo que se transmite a través de los medios masivos.

A este trabajo se suman otras acciones comprendidas en los cuatro pilares de La Rebelión del Cuerpo: Denuncia Social, Comunicación, Educación e Investigación.

En el marco de estos pilares La Rebelión del Cuerpo se ha hecho parte del movimiento feminista surgido en las universidades, realizando charlas de concientización para las alumnas de todas las casas de estudios en toma.

Respecto a las próximas actividades programadas en Atacama, Paulina O. comenta que para el segundo semestre se espera desarrollar un encuentro destinado a la visualización de referentes femeninos positivos, reales e inspiradores para la comunidad, referentes diferentes a los que las nuevas generaciones siguen, por ejemplo, en las Redes Sociales.

Trabajo al que se suman estudios estadísticos de la mano del Centro de Estudios de la Conducta Alimentaria de la Universidad Adolfo Ibañez, y el trabajo colaborativo con las organizaciones feministas de la región.

Letra Brava te invita a conocer más sobre el movimiento en su página larebeliondelcuerpo.org y en sus redes sociales.

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