- En el marco del informe diferentes actores relevantes del mundo laboral participaron en un conversatorio, espacio que permitió ampliar la perspectiva de análisis de los fenómenos de ocupación informal y desocupación.
El Observatorio Laboral Atacama, programa de la Subsecretaría del Trabajo y ejecutado en la región por Inacap Sede Copiapó, publicó el “Documento de estructura y diagnóstico del empleo regional”, estudio que entrega información relevante sobre el mercado del trabajo en Atacama.
En el análisis se abordó la informalidad y la desocupación como fenómenos estructurales que son propios de los mercados del trabajo en América Latina, incluyendo a nuestro país y a nuestra región. En este contexto, el objetivo central del estudio fue analizar de manera prospectiva la evolución de la informalidad y la desocupación el territorio, identificando riesgos, oportunidades y líneas de acción para una inserción laboral formal y sostenible.
En el documento se señala que informalidad y desocupación tendrían una estrecha relación, ya que la presencia de personas con empleos informales (carentes de seguridad social) podrían tener mayor probabilidad de experimentar itinerancias hacia periodos de desocupación en determinados momentos del ciclo laboral. El periodo de crisis económica provocado por la pandemia fue clave para justificar esta hipótesis, ya que en el año 2020 se generó una disminución en la tasa de informalidad, llegando a un 23,3% y disminuyendo 4,7 p.p. respecto al año 2019. Las restricciones a la circulación y las dificultades para poder realizar actividades por cuenta propia, llevó a que una cantidad considerable de personas que se desempeñaban en actividades de carácter informal salieran del mercado del trabajo. Por otro lado, la tasa de desocupación llegó a su nivel más alto durante este mismo periodo, posicionándose en un 10,5% y aumentando 1,9 p.p. en comparación al año 2019, lo que podría evidenciar un importante tránsito desde la informalidad a la desocupación durante este periodo.
Respecto al estudio, la Seremi (s) del Trabajo y Previsión Social, Dissa Castellani Martínez, comentó: “Ante los índices de desocupación existentes en nuestra región es muy importante contar con este estudio que nos ofrece un panorama más amplio para analizar los factores que influyen en la tasa de desempleo y ocupación informal, considerando que Atacama también cuenta con una de las más altas tasas de participación laboral a nivel nacional. Este tipo de diagnósticos nos permite comprender la necesidad de avanzar en la formalización del empleo y en la importancia que tiene una eficiente correspondencia entre formación y demanda laboral, donde el sector público y privado debemos aportar en esta dirección”.
En tanto, el Jefe de Proyecto del Observatorio Laboral Atacama, Raúl Díaz Espinoza, señaló que “El estudio ofrece un análisis exploratorio sobre la informalidad y la desocupación en la región, el cual permite tener una primera mirada sobre una posible interrelación entre ambos fenómenos. Generalmente vemos la informalidad y la desocupación como indicadores estadísticos aislados, lo cual produce una mirada puntual sobre el fenómeno en cuestión. En el ejercicio de combinar indicadores y ver su evolución en el tiempo, el dato se puede transformar en una herramienta poderosa para comprender la realidad de una manera más holística, en este caso la compleja realidad del mercado del trabajo”.
Díaz, agregó que “el documento fue presentado a diferentes actores del mundo laboral regional, con el objetivo de incorporar sus perspectivas en el informe. Sus opiniones permitieron esbozar una serie de acciones que podrían fortalecer las políticas públicas en implementación. Sin embargo, para ello es fundamental que muchas de estas acciones tengan una perspectiva territorial, dado que la realidad de nuestro país es heterogénea y que necesitan de una bajada local”.
En sus conclusiones, el estudio precisa que la informalidad laboral y la desocupación son fenómenos que impactan especialmente a mujeres, jóvenes, y personas trabajadoras con menor nivel educativo. Ante ello, las propuestas se orientan a fortalecer el trabajo que actualmente se realiza, por ejemplo, a través de programas y subsidios focalizados que buscan incentivar la contratación entre los grupos más vulnerables; la formalización de micro y pequeñas empresas; y el desarrollo de competencias laborales acorde a las necesidades del mercado laboral, entre otros.