Con las gradas repletas de entusiasmo, cánticos y banderas ondeando al viento costero en la comuna de Caldera, se dio inicio a las Primeras Olimpiadas por la Educación Pública 2025, una instancia histórica impulsada por el Servicio Local de Educación Pública (SLEP) Atacama, que convocó a más de 400 estudiantes deportistas que son parte de cinco Servicios Locales del norte grande: Chinchorro, Iquique, Licancabur, Huasco y Atacama.
Las delegaciones de distintos establecimientos educacionales del norte de Chile, se reúnen en Atacama para dar vida a un inédito encuentro deportivo que celebra la identidad de la educación pública, promoviendo la inclusión, la convivencia y el desarrollo integral de niñas, niños y jóvenes.
La ceremonia inaugural, realizada en el Polideportivo Elige Vivir Sano, fue mucho más que un acto protocolar: fue un potente símbolo de unidad, identidad pública y esperanza. La entrada de las delegaciones fue acompañada por vítores, colores y rostros emocionados que anticipaban lo que serían tres días de intensas jornadas deportivas, cargadas de emoción y aprendizaje.
“Este es un día maravilloso, un logro gigantesco para nuestra comuna y para el Servicio Local”, declaró emocionada Silvia Pedernera, directora del Liceo Manuel Blanco Encalada de Caldera, quien valoró profundamente la oportunidad de visibilizar el valor del deporte en la educación. “A veces el foco se pone demasiado en lo académico, y olvidamos que actividades como el deporte generan alegría y experiencias enriquecedoras para nuestras y nuestros estudiantes”, señaló.
El evento deportivo incluye competencias en las disciplinas de futsal, baloncesto, voleibol, tenis de mesa, ajedrez y balonmano, distribuidas en distintas comunas de la región como Tierra Amarilla, Copiapó, Chañaral y Diego de Almagro, convirtiendo a Atacama en el epicentro de la convivencia deportiva y la integración educativa durante los próximos tres días.
El puntapié inicial contó con la participación de autoridades de los distintos territorios educativos, entre ellas, el director ejecutivo del SLEP Licancabur, José Martínez Chiguay, y la directora ejecutiva del SLEP Tamarugal, Andrea Osorio Rivera, quienes destacaron el valor de este encuentro para fortalecer los lazos entre comunidades del norte de Chile y promover el espíritu colaborativo de la Nueva Educación Pública.
Quienes forman parte de esta cita, lo hacen no solo como competidoras y competidores, sino también como representantes de una historia común que apuesta por una nueva educación pública.
Del barrio al deporte de alto rendimiento
Eduardo “Nazareno” Zuleta, campeón latinoamericano e invitado especial, compartió con las y los jóvenes su trayectoria deportiva, dejando un mensaje de humildad y superación: “De los 400 deportistas que había, si uno o dos me escucharon y se sintieron inspirados, eso ya es mucho. Si puedo ayudar a que alguien salga adelante, ya vale la pena estar aquí”, dijo con emoción. Así lo reflejó Ignacia Adaros, jugadora de balonmano proveniente de Huasco, quien valoró las palabras del boxeador Eduardo Zuleta durante la ceremonia: “Fue muy lindo, muy emocionante. Me marcó mucho el mensaje del boxeador, sobre perseverar para alcanzar un mejor futuro. Es algo que te queda grabado”, comentó.
Desde el SLEP Atacama, el director ejecutivo, Daslav Mihovilovic Pérez, destacó el alcance y sentido profundo de esta iniciativa: “Estas olimpiadas no son solo una competencia deportiva, son un acto de afirmación del valor que tiene la educación pública en la vida de nuestras comunidades. Hemos sembrado una semilla de integración y esperanza que, sin duda, dará frutos. Ver a nuestras y nuestros estudiantes compartir, competir con respeto, conocerse entre territorios, es un orgullo para toda la región de Atacama”.
Participantes y docentes
La diversidad de voces en este encuentro ha sido clave. Alejandra Urra, jugadora de handball, expresó su gratitud y entusiasmo: “Estamos muy emocionadas de estar aquí. Con mis compañeras vamos a dar lo mejor, dentro y fuera de la cancha.” En la misma línea, Anelim Escobar, representante del baloncesto del Instituto Comercial de Copiapó, valoró la dimensión humana del evento: “Nos unió como región. Es bonito conocer nuevas personas y hacer nuevas amistades.”
La voz de las y los docentes también ha estado presente. Katia Basaure Gallardo, profesora de Educación Física de Arica, acompañó a sus estudiantes de ajedrez y valoró la convivencia: “Es hermoso ver cómo diferentes colegios se reúnen para competir con valores como el juego limpio y el respeto. Ojalá se repita el próximo año.”
Desde Chañaral, Miriam González, directora del Liceo Federico Varela, resumió con claridad el valor del evento: “La escuela no es solo libros. El deporte es fundamental para que nuestras juventudes crezcan y desarrollen su pensamiento. Esta es una maravillosa iniciativa.”
Y si hablamos de inspiración, Antonella Pastene, reconocida deportista regional de BMX Freestyle, emocionó al compartir su experiencia de vida y superación con las y los asistentes: “Ha sido un camino duro, pero siempre se puede salir adelante. Es un orgullo estar aquí, representando a mi región y que reconozcan el trabajo que una ha hecho.”
Una fiesta que recién comienza
Las olimpiadas se extenderán hasta el 11 de octubre, y cada jornada promete ser una nueva oportunidad de encuentro y crecimiento. El espíritu que se vive en Atacama durante estos días es un testimonio del potencial transformador de la educación pública cuando se le da espacio a todas sus dimensiones: la académica, la artística, la emocional y, por cierto, la deportiva.
Como lo señaló el propio director Mihovilovic al cierre de la ceremonia, “el deporte tiene la capacidad de remover obstáculos colosales y tender puentes duraderos. Hoy, más que nunca, necesitamos de esos puentes para seguir construyendo una educación pública que nos enorgullezca a todas y todos.”
Así, el territorio de Atacama se convierte en el escenario de una historia que recién comienza. Una historia escrita por estudiantes que, más allá de los resultados, ya son ganadoras y ganadores por el solo hecho de estar aquí, compartiendo, soñando y creciendo juntas y juntos.