Mabel Tapia Ponce: Resistencia ante el olvido de la historia y el patrimonio

La destacada archivera municipal forma parte del ciclo de entrevistas «Lideresas del Desierto».

Una oficina pequeña, con diversos libros y materiales, es el centro de operaciones de Mabel, espacio donde desarrolla parte de un silencioso, pero contundente trabajo por la salvaguardia del patrimonio y los archivos de la capital regional.

Después de ejercer por 10 años como profesora general básica, se introdujo en el mundo del archivo, convirtiéndose en la mujer a cargo del Archivo Municipal de Copiapó. A partir de ese trabajo, también se vinculó con el patrimonio local, asumiendo el compromiso de difundir y conservar la «quincha» como sistema constructivo tradicional, a través de la Fundación Defensa Patrimonio del Barrio que creó en 2017.

Desde el 2012, cuando retornó a su natal Copiapó, ha estado a la cabeza de diversos proyectos emblemáticos, como convertir a Copiapó en la primera ciudad del norte en digitalizar los archivos históricos del Cementerio Municipal, y también catastrar el archivo patrimonial del Liceo José Antonio Carvajal, entre otros.

Parte de su amplio quehacer archivístico en siete años de trayectoria está contenido en el portal atacamaendocumentos.cl, sitio que nace a partir de su trabajo que hoy la sitúa como referente femenino en Atacama y el país en el área, atributos que nos llevan a considerarla una «Lideresa del Desierto».

ARCHIVO HISTÓRICO MUNICIPAL

Viviendo fuera de la región, su conexión con el territorio que la vio crecer se hizo más fuerte. Mientras cursaba un magíster en Historia en la Universidad Arci, hubo un episodio que terminaría marcando su vida profesional y su regreso a Copiapó.

¿Cómo te inicias en el trabajo de archivista?

“Cuando cursaba mi Magister, estaba en clase de historiografía y hablan del Centro de documentación que hay en Chiloé, y yo me pregunté ¿Si hay archivo en Chiloé por qué no hay uno en Atacama, si la historia de Chile comienza en Atacama?

Me fui al archivo histórico. Hablé con Ema de Ramón y le comenté que quería crear un archivo regional. Ella que sabía el alcance real de este trabajo me orientó sobre donde buscar apoyo. Ahí comencé mi preparación.

Revisé un catastro del Ministerio de Cultura de España sobre la región, ahí decía que había archivos en el municipio. En ese entonces vivía en Melipilla y no tenía planes de volver a Copiapó, pero armé el proyecto y llegué a golpear puertas a la región. En esos años fue don Mauricio Ceriche quien me abrió las puertas. Él fue muy visionario”.

¿Cuál es la importancia de contar con un archivo regional?

«Un archivo guarda información que está hecha con un propósito, con una función. El archivo no se justifica si no está para la ciudadanía, porque son garantes de transparencia, de deberes y derechos del ciudadano. No tiene sentido tenerlos ocultos”.

¿Qué ha sido lo más difícil del trabajo como archivista?

“El machismo. Que una mujer trate de hacer algo nuevo en esta región es difícil, sobre todo en este mundo. A las mujeres se nos invisibiliza.

Mi trabajo ha sido una carrera en silencio, no le puedes contar a nadie lo que estas desarrollando, si no te roban los proyectos. Sin embargo, hay personas fundamentales que me han apoyado, mujeres fuertes que me acogieron y me han ayudado”.

¿En qué momento nace el interés por la conservación de la Quincha, como sistema constructivo?

«Parte cuando estaba haciendo el archivo en el Liceo José Miguel Carvajal. Estaba trabajando en la biblioteca, alzo la mirada y me encuentro con objetos muy antiguos y empiezo a preguntar. A partir de ese episodio empecé a problematizar, empecé a mirar para la calle. ¿Qué pasó con la Alameda?, ¿Qué pasó con Juan Godoy?, destruyeron la pileta, vandalizaron la estatua… comencé a ver que estaba la embarrada en mí ciudad, que todos los días echaban abajo una casa diferente. Empecé a sentir miedo de no reconocer el lugar donde vivo”.

Ésta es mi trinchera, por eso trabajo con niños pobres. Hay una porfía que no se me va a acabar hasta que llegue un alcalde que entienda que vamos a salir de esta crisis si sabemos gestionar nuestro patrimonio, transformar nuestros recursos patrimoniales en recursos culturales y luego buscar la manera de que estos se vuelvan recursos económicos sustentables

¿Ese momento marca el nacimiento de la Fundación Defensa Patrimonio del Barrio?

“Con una conocida de ese entonces, surge la idea de crear la Fundación con el objetivo de situar y poner en valor el sistema constructivo tradicional como otro aspecto más de nuestro patrimonio. Pensé que si se empezaba a educar y rescatar este oficio las personas podían darle un giro a su decisión de demoler sus casas antiguas”.

¿La educación en torno al patrimonio es tu motor?

“Mi motor es resistir, es complementa ideológico. Aquí hay un sistema capitalista perverso que nos aniquila y nos violenta. Nuestra violencia es resistir, es pararnos con una sonrisa y decir: Perfecto aquí estamos con los cabros pobres echándole barro a las casas, parando las casas que ustedes mismos quieren botar.

Ésta es mi trinchera, por eso trabajo con niños pobres. Hay una porfía que no se me va a acabar hasta que llegue un alcalde que entienda que vamos a salir de esta crisis si sabemos gestionar nuestro patrimonio, transformar nuestros recursos patrimoniales en recursos culturales y luego buscar la manera de que estos se vuelvan recursos económicos sustentables”.

¿En qué proyectos te encuentras trabajando actualmente?

“Estamos culminando unos circuitos patrimoniales desarrollados con una planificación, como primer ejercicio para acercar el Patrimonio de manera curricular a las aulas. También estamos trabajando con alumnos del Liceo Comercial para la creación de su archivo fotográfico. Además, en el Liceo José Antonio Carvajal estamos apoyando la puesta en valor de todas las colecciones que pertenecían al Liceo de Hombres. Todo este trabajo está siendo complementado con la Fundación que lidero, Defensa Patrimonio del Barrio, con quienes estamos desarrollando otras iniciativas que tienen que ver con el patrimonio de nuestra comuna”.

¿Qué sueñas para la región?

“Sueño con una comunidad empoderada con su patrimonio y donde el patrimonio sea una construcción anclada a su territorio. También sueño con que este patrimonio pueda contribuir a un mejor turismo que nos permita diversificar la economía local para ya no depender tanto de la minería”.

Por Revista Letra Brava.

Proyecto «Lideresas del Desierto», ganador del Fondo de Medios de Comunicación Social Región de Atacama, 2019.

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